Señor Presidente no se olvide que aunque no son las mayoría también existe una clase media en el Ecuador: profesionales, técnicos, pequeños y medianos empresarios, etc, que no son “pelucones”.
Aquel sector de la población que se levanta día a día para trabajar y sacar adelante a sus familias; aquella que no espera recibir bonos del Estado, sino que busca trabajo o uno mejor remunerado para poder hacer que sus hijos vayan a una buena escuela y tengan un futuro mejor.
Aquel sector que también sufre por el aumento de los precios de los alimentos día a día. Precisamente aquella generación que muchas veces no ha podido acceder a una casa propia, pero que no espera que el Estado se la "de regalando", sino que quiere un Ecuador prospero con más empleos y/o ser generador de más fuentes de trabajo.
Porque es esta misma clase a la que usted pertenece: padres que con mucho esfuerzo logran que sus hijos tengan una educción digna y que no han esperado o esperan dádivas. Bien, porque quiera ayudar a los más necesitados, pero no se olvide que lo que más dignifica al hombre es el trabajo honesto y la satisfacción de lo que se consigue es con su propio esfuerzo.
Haga de Ecuador un país productivo, donde se genere trabajo y no siga con una retórica clasista e insulsa. Aplique su frase: “Ecuador ya es de Todos”, es decir, de la clase media también, no vaya a ser que en el futuro esta, tenga que engrosar las filas de los bonos solidarios.
